Ayer los seguidores de la serie de RTVE Águila Roja sufrieron lo indecible cuando Satur, uno de sus protagonistas más queridos, se autodiagnostica la peste bubónica y vaticina un mal pronóstico. Sin duda los guionistas de la serie se han documentado, puesto que cuando Satur consulta los libros de un galeno (tal como hoy consultaríamos la Wikipedia) y se da cuenta del mal que padece, podemos leer "Enfermedad infecciosa producida por un bacilo (Yersinia pestis)", lo cual es rigurosamente cierto. Lo que no es tan riguroso es que la serie está ambientada en el s. XVII y las bacterias no se describieron y asociaron con las enfermedades infecciosas hasta finales del XIX. De hecho, Yersinia pestis se descubrió por Alexandre Yersin, un discípulo de Pasteur, en 1894. Por tanto, si bien la peste se diagnosticaba sin problemas en el s. XVII, tanta precisión en la etiología de la enfermedad es un apunte demasiado futurista.
Esperamos que Satur salga de esta, en cualquier caso.
Son invisibles, pero están en todas partes. Para nuestro beneficio o perjuicio continuamente interaccionamos con los microorganismos. Por eso los medios de comunicación hablan de ellos a menudo. Pero no siempre con rigor. El GRUPO ESPECIALIZADO en DOCENCIA y DIFUSIÓN de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MICROBIOLOGÍA (D+D SEM) mantiene este blog con el objetivo de recopilar y comentar la información sobre los microorganismos que los medios en castellano transmiten a la sociedad.
martes, 11 de octubre de 2011
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¡¡¡Menudo Gazapo!!! Es buenísimo
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